EL DIRIGENTE

 Espacio para la reflexión y el diálogo dedicado a los cursillistas, donde se profundiza en el carisma y misión de nuestro movimiento. Os invitamos a participar.

NACIMOS DE LA ACCION CATÓLICA PARA LA HUMANIDAD
QUÉ NOS QUEDA DE ACCIÓN CATÓLICA
Los Cursillos de Cristiandad nacieron de la Acción Católica y para la Acción Católica, para vigorizar sus cuadros, para formar dirigentes de calidad. Pero muy pronto, ya desde los comienzos de esta iniciativa del espíritu, se sintió la necesidad imperiosa de ensanchar su objetivo, dando entrada en ellos a otros elementos y estructuras que rompían los moldes organizados de la Acción Católica y a los que habría que atender posteriormente la Jerarquía. Con esto se facilitaba que la influencia beneficiosa de los Cursillos de Cristiandad se extendiera a nuevos sectores de la sociedad que pudieran ser clave en la fermentación de la sociedad y la Iglesia.
Esto es algo normal en la Acción Católica, ya que por su finalidad, por su eclesialidad y fecundidad apostólica, ha dado a luz montones de obras, instituciones, movimientos y realidades de todo tipo, ofreciéndoselos a la Iglesia Universal y a la Sociedad, sin que sean patrimonio propio.
Aunque no se les olvidó a estos pioneros que, aunque no eran genuinamente propios de Acción Católica, sí debían vivir como verdaderos cristianos y, según sus posibilidades, siendo apóstoles en el propio ambiente.

Pero en pleno siglo XXI, ¿qué nos queda de aquella espiritualidad de la AC?

Os invito a reconsiderar los fundamentos de la AC:  forma de apostolado en la que los laicos se asocian para el anuncio del Evangelio a todos los hombres y ambientes, de acuerdo con las necesidades de la Iglesia Católica en cada tiempo y lugar. 

 Peregrinación a Santiago 1948. Jovenes de Acción Católica, promotores del MCC

MANUEL APARICI PIONERO DE LOS CURSILLOS DE CRISTIANDAD.
LOS CURSILLOS DESDE SU NACIMIENTO HASTA SU PROCLAMACIÓN COMO MOVIMIENTO DE IGLESIA UNIVERSAL
Los contenidos de aquellos Cursillos de Adelantados de Peregrinos eran profundamente teológicos, cristológicos, eclesiales y antropológicos, con una pedagogía activa y festiva, de manera que cualquiera que participase le resultaban impactantes y muy positivos. Estos Cursillos propiciaron la incorporación de nuevos jóvenes a las filas de la Acción Católica. De estos Cursillos y de estos jóvenes, cuyo líder indiscutible era Manuel Aparici, nacieron los Cursillos de Cristiandad. El antecedente, por tanto, de los referidos Cursillos de Cristiandad son los Cursillos de Adelantados de Peregrinos.
»En la Diócesis de Mallorca fue donde se iniciaron  los Cursillos de Cristiandad. Se celebraron seis Cursillos de Adelantados de Peregrinos por dirigentes nacionales. Los Cursillos de Jefes de Peregrinos, también creados por Manuel Aparici, los dieron en aquella Diócesis los miembros del Consejo Diocesano.
»El sacerdote don Sebastián Gayá Riera, que en aquellos años era Consiliario Diocesano de los Jóvenes de Acción Católica de Mallorca, comenta sobre el resultado de aquellas experiencias: “La Juventud se iba movilizando, cada día era mayor la ilusión y entrega. Tres mil y pico jóvenes subimos una noche de abril hasta el Santuario de Santa María de Lluc, y muy cerca de setecientos llegamos a Compostela. El clima espiritual que se vivía, nos hacía presentir que “aquello” no podía clausurarse cuando los peregrinos archiváramos nuestros bordones, aquello sería sólo el prólogo; era mucho lo que se había vivido, para que todo se quedara en el recuerdo de un camino a Santiago”.
»Los Jóvenes de Acción Católica de Mallorca, que tenían un gran celo apostólico, fueron los que, partiendo de estos antecedentes, con el respaldo de su Obispo, Mons. Hervás –que se volcó con ilusión y generosidad sin límites sobre este proyecto y los bautizó con el nombre de Cursillos de Cristiandad– dieron el primero del 7 al 10 de enero de 1949, a los cuatro meses de clausurada la Peregrinación, con 21 candidatos, resultando un exitazo. Siguieron dando otros Cursillos en aquellas Islas Baleares con idénticos resultados, llegando a ser la principal actividad de los Jóvenes de Acción Católica, como lo fue años más tarde del Consejo Superior, utilizando los Cursillos de Cristiandad como medio extraordinario de evangelización.
»Así llegaron hasta el Año Mariano de 1954, en el que siendo Consiliario Nacional de los Jóvenes de Acción Católica don Manuel Aparici, decidió traer los Cursillos a la Península, como respuesta pastoral a la crisis de la juventud de aquellos años, proponiéndose con este medio: a) Utilizarlos como medio evangelizador para toda la juventud: b)  revitalizar el espíritu apostólico de los Jóvenes de Acción Católica y c)  ofrecer a la Iglesia en España una cantera de militantes en sus parroquias.
»Tuvo lugar el primer Cursillo de Cristiandad en la Península, que correspondía al número 99 de Palma de Mallorca, del 11 al 14 de mayo de 1954, en la Casa de Ejercicios de Toledo, por estar muy cerca de Madrid. Participamos en aquel Cursillo los miembros del Consejo Superior de los Jóvenes de Acción Católica, un grupo numeroso de jóvenes muy diferentes, muchos de ellos apartados de la práctica religiosa y tres miembros del Consejo Diocesano de Toledo, Don Manuel Aparici actuó como Director Espiritual, junto al Consiliario de Mallorca el Rvdo D. Juan Capó y don Eduardo Bonnín, de Rector seglar, que era Presidente Diocesano de Mallorca, con otros dirigentes de aquella Diócesis como “profesores” o “rollistas”, que así se llaman en el argot de este método.
»En aquellos años sólo se daban los Cursillos para jóvenes. Cuando el Dr. Hervás llegó de Obispo a Ciudad Real comenzaron a darse para hombres también y más tarde para mujeres y todos los miembros del Pueblo de Dios.
El Siervo de Dios Manuel Aparici se entregó de forma heroica dirigiendo estos Cursillos de Cristiandad por todas las Diócesis españolas. hasta que tuvo un grave infarto, del que no se recuperó, teniendo que dejar la Consiliaría Nacional, pero todo ese tiempo ya postrado en una silla de ruedas y con muchas dificultades y problemas, de lo que soy testigo, abrazando su cruz con el mismo gozo que vivía su fe, dando testimonio luminoso de Jesucristo y su Evangelio.
»Aunque el genial pionero de los Cursillos de Cristiandad, don Manuel Aparici, jamás  pensó hacer de éstos un nuevo Movimiento, porque él los concebía como un instrumento pastoral, era lógico que el estilo peculiar de este método, por su clima emotivo, por su fuerza de arrastre, su argot, por las reuniones periódicas que propone, las “Ultreyas” (palabra heredada de la Peregrinación), por la formación de la Escuela de profesores y por sus slogans –repetidos sin cesar– desde primera hora tendía a ser un nuevo Movimiento con características propias, como así ha sido reconocido jurídicamente en la Iglesia Católica por el Decreto del Pontificio Consejo para los Laicos, del 30 de mayo de 2004, reconociendo el Organismo Mundial de los Cursillos de Cristiandad y aprobando el Estatuto de dicho Organismo, de lo cual todos nos congratulamos.
Recogido del documento MANUEL APARICI. PIONERO, de D. José Díaz Rincón ex-miembro del Pontificio Consejo para los Laicos y
testigo en la Causa de Canonización del Siervo de Dios Manuel Aparici

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